JOVELLANOS: Curiosidades



 Jovellanos
Retratos, dibujos y esculturas 

        Jovellanos, ministro de Gracia y Justicia, pintado  por Goya en 1798
 ( El Prado-Madrid)
Es el retrato más conocido de Jovellanos


Jovellanos pintado por Goya en 1780 ( Museo Bellas Artes -Oviedo)


Jovellanos y la mujer secreta del cuadro de Goya


El cuadro de Jovellanos pintado por Goya en 1780,  fue hecho sobre un retrato subyacente, identificado por el equipo de restauración del Museo de Bellas Artes  de Asturias como el de María Teresa de Vallabriga, cuñada de Carlos III.



La identidad de la joven que se oculta tras el primer retrato que Goya realizó a Jovellanos ya no es un enigma. La investigación minuciosa del equipo del Museo de Bellas Artes ha descubierto a María Teresa Vallabriga, cuñada del Rey Carlos III, oculta tras la levita del ilustrado gijonés. Goya la volvió a pintar en 1785 en un cuadro hoy propiedad del empresario asturiano Juan Antonio Pérez Simón.
Una radiografía realizada en el año 2010 al retrato de Jovellanos descubrió que éste había sido pintado sobre un cuadro anterior. A partir de ahí, un minucioso trabajo realizado en colaboración con el Instituto de Patrimonio Cultural Español, en el que colaboraron las especialistas Araceli Gabaldón y Tamara Alba, desveló la presencia de una figura de mujer joven, que, en contra de lo que suele ser habitual en estos casos, presentaba un buen estado de conservación.

                                            


El hallazgo desencadenó una serie de preguntas sobre la identidad de la mujer y los motivos que llevaron a Goya a ocultarla tras otra pintura. Fue esa curiosidad y la repercusión internacional generada las que animaron a seguir con las investigaciones. El primer objetivo fue averiguar si las dos obras, tanto la de María Teresa de Vallabriga como la de Jovellanos, pertenecían al mismo autor, lo que suponían desde el primer momento.

El paso siguiente estuvo encaminado a identificar a la mujer protagonista de la obra subyacente. Contaban con algunas pistas. Era guapa, joven y se veía bien, según señaló ayer durante la presentación de las conclusiones Clara González-Fanjul, que ofreció abundantes datos: «Se pudieron comprobar algunas similitudes, entre ellas que ambas figuras están remarcadas con líneas que delimitan el contorno, una forma de trabajar típica de Goya. También coinciden en el tipo de pinceladas cortas y decididas que describen los detalles en ambos retratos», subrayó.


Por la vestimenta de la figura se pudo  situar cronológicamente el cuadro en los cinco primeros años de 1780, a lo que se suma otra aportación, la que ofrece la posición de apoyo en una mesa, con la que se representaba a las figuras de clase social elevada, que permite deducir su posición de noble.
Goya pintó a María Teresa de Vallabriga con un brazo en jarras creando el efecto de movimiento y con trazos impetuosos que describen de forma magistral el traje y los adornos. En la mantilla se conservan las pinceladas zigzagueantes y la textura de gasa en el escote. La mantilla con tocado de rosas ofrece otro dato importante para concretar la época en la que fue pintado, ya que se puso de moda entre las mujeres de la nobleza en 1870. Además, se pudo apreciar que el traje con perifollos es muy similar al que lleva la duquesa de Osuna en otro retrato, y está adornado con bolsito colgado de la muñeca, típico de finales del siglo XVIII.
(Información obtenida del diario "La Nueva España" del 18-01-013)


Jovellanos, otra teoría sobre la mujer secreta del cuadro de Goya

            
          Figura subyacente bajo el retrato de Jovellanos

                   
               Condesa- duquesa de Benavente

Enlace del diario " El Comercio" de Gijón sobre el tema:
                    
                 María Teresa de Villabriga

 Jovellanos, más sobre misteriosa mujer del cuadro
(Guerra de fechas en el arenal)

La hipótesis del equipo de González-Fanjul sobre la mujer oculta bajo el primer retrato que hizo Goya al ilustrado sitúa la fecha de este cuadro después de, al menos, 1783.



                    Jovellanos y el misterio
De nuevo los humoristas de " La Nueva España" nos deleitaron con esta viñeta tan  apropiada para los tiempos que corren.

                La Nueva España (19/01/2013)

Jovellanos frente a la playa de Gijón pintado por Nicanor Piñole  en 1954


Jovellanos: pintado por Suárez Llanos en 1864 (Museo Casa Natal -Gijón)


Jovellanos pintado por Carlos Roces  junto a una mina de carbón


                   Jovellanos: dibujo  de Juan José Plans titulado 
                         Elogio ( del horizonte) de las Bellas Artes

       
Jovellanos con la toga ( Ana María Teresa Mengs- 1778-1780)

  
 Jovellanos  como Alcalde del Crimen en Sevilla ( Cristóbal Ramos Tello-1770)
 Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid


 Jovellanos:  Escultura de Manuel Fuxá-1891 ( Plaza 6 de Agosto-Gijón)


Jovellanos:  Escultura de Zenobio Barrón- 1932 (Puerto de Vega)


Jovellanos: Escultura deFrancesc Sacanell-1891 ( Mallorca)


Jovellanos pintado por Antonio Carnicero



Jovellanos: escultura de José Gragera-1863


Escultura de Jovellanos por Ángel Monasterio-1809


Retrato de Ceán Bermúdez, biógrafo de Jovellanos

Curiosidades sobre «La luz de Jovellanos»

El diario La Nueva España publicó el  27 de julio de 2011,  la primera entrega de una serie de artículos realizados por el crítico de arte José Antonio Samaniego. El primero ofrece un recorrido, particular y diferente, por la exposición «La luz de Jovellanos», la gran muestra instalada en el Palacio de Revillagigedo y la Casa Natal de Jovellanos con motivo de la celebración del bicentenario de la muerte del ilustrado gijonés. En las próximas semanas se completará la visita.

La noticia puede leerse en este enlace:
http://www.lne.es/gijon/2011/07/27/curiosidades-luz-jovellanos-i/1107895.html


El jueves 4 de agosto se publica la segunda entrega, titulada: " Entre retratos y otros artistas" y el sábado 13, la tercera y última entrega titulada: Cuestiones domésticas de "La luz de Jovellanos".

Uno de los libros manuscritos de Jovellanos que puede verse en la exposición.


Retrato del obispo Pisador, personaje de la época, también mostrado
en la "Luz de Jovellanos"


El obispo Pisador era un ilustrado que participó en la Sociedad Económica de Amigos del País de Asturias


Informaciones que aparecen en la muestra sobre la forma de vestir de Jovellanos.


                                                    


Escudo del Real Instituto Jovellanos



         El humor de " La Nueva España""
        (30 de noviembre de 2011)



                    JOVELLANOS Y LA LLINGUA ASTURIANA

Jovellanos tenía la intención de crear una Academia Asturiana, tema que comentaba frecuentemente con el canónigo González de Posada. El 20 de noviembre de 1800 comieron en su casa Juan Lespardat y Juan Nepomuceno Fernández San Miguel y Valledor. A la sobremesa, escribe Jovellanos,” les propuse la idea de que nos juntásemos a conversación los jueves, de siete a nueve de la noche, para tener algunas conferencias literarias; algo les dije acerca de la idea que yo tengo de mucho tiempo de formar una academia, que empezando primero por formar un diccionario del dialecto de Asturias, segundo, otro de la geografía, pudiese pasar a cultivar sus antigüedades históricas, y, al fin, su historia natural y económica”.

El 14 de enero de 1801, escribió a Carlos González de Posada dándole cuenta de la citada reunión: “Como yo no puedo callar a usted, no digo mis proyectos, mas ni aún mis sueños literarios, hago ahora escrúpulo de no manifestarle un paso que he dado ya hacia la preparación de nuestra Academia Asturiana. Hace días que los doctores Rodríguez y San Miguel, don Juan Lespardat y yo hemos acordado juntarnos en conferencia los jueves por la noche para hablar en las materias que deben formar su objeto”.

Por entonces, también trabajaba Jovellanos en la elaboración de un diccionario del asturiano, del que informa en esta carta a Posada que llevaba “ ya formadas más de 200 cédulas, con su etimología al canto, en cuya averiguación hallo un gran placer.

Algunas se me resisten, por ejemplo, aína, antainar, dayuri; otras, como que se vienen a la mano. Sé que doy a usted un gusto con esta noticia; pero no lo evaporaremos hasta ver lo que da de sí la intentona”.

El proyecto de esta Academia Asturiana, según anotación de Posada en la anterior carta, “se proyectó en Asturias por los dos de esta correspondencia”.
 González de Posada, el corresponsal de Jovellanos en estas cuestiones, era natural de Candás y estuvo destinado como canónigo en Ibiza y Tarragona. Él mismo fue autor también de un “Diccionario de algunas voces del dialecto asturiano” obra  de 1788.“ No puedo ponderar a V. S. la satisfacción con que leí todo el proyecto” continua su escrito Caveda , “ al ver que en la mayor parte nos hemos encontrado con unas mismas ideas y casi con un mismo arreglo. Hace años que emprendí el trabajo de un Diccionario Asturiano, estudio ciertamente de mi genio, pero después de haber acopiado muchos materiales y de haber hecho mis observaciones, me hallé atacado de tres inconvenientes, que, como insuperables a mis alcances, me hicieron desmayar en la empresa “.
Otro colaborador de Jovellanos en ese diccionario asturiano fue el villaviciosino Francisco de Paula Caveda y Solares, que compartía con el gijonés las mismas inquietudes. En carta de Jovellanos a Caveda, de 1791, decía, referido al asturiano, que le “ había oído hablar de continuo, y aún le entendía y hablaba yo perfectamente en mi niñez”.
La correspondencia que Jovellanos mantenía con su amigo Pedro Manuel de Valdés Llanos durante su encierro en Mallorca, está escrita en asturiano. En 1801, por último, Jovellanos redactó una Instrucción para la formación de un diccionario del dialecto asturiano, trabajo del que ya debería tener hecha una primera versión diez años antes, que envió a Francisco Caveda, tal como se colige de una carta de éste, de 4 de julio de 1791, en la que afirma: “El plan no puede proponerse  más exacto ni más metódico, y el orden, claridad y concisión con que se escribe, desde luego despertarán el deseo de los buenos patricios para contribuir según sus fuerzas, a una obra que quizá será el origen de la ilustración del país”.
 Un hijo de este Francisco de Paula, José Caveda y Nava, publicó en 1839 una “ Colección de poesías en dialecto asturiano “, precedida de un “Discurso preliminar sobre el dialecto asturiano “
 Bibliografía: Javier Rodríguez Muñoz ( La Nueva España 20-11-011)


                 CELEBRACIONES  JOVELLANISTAS
                      A LO LARGO DE LA HISTORIA




 El centenario de la muerte de Jovellanos tuvo lugar en 1911, y «El Noroeste» del martes 28 de noviembre de aquel año lo publicó en primera página, a dos columnas: «Con gran solemnidad y brillantez se celebraron a las diez de la mañana de ayer, en la iglesia parroquial de San Pedro, las anunciadas honras fúnebres por el alma del inmortal Jovellanos (...) Fue también espléndidamente adornada la lápida que cubre el sepulcro donde se encierran las cenizas del preclaro autor de "La ley agraria". Cubríala un dosel negro, en el fondo del cual figuraba la corona que con motivo de las fiestas del Centenario dedicó a Jovellanos el Casino Español de La Habana».

 Centenario de la muerte de Jovellanos. En esta  fotografía  de 1911 donde pueden verse adornos conmemorativos del mismo

                                              Jovellanos y la república

En el diario «La Prensa» del jueves 26 de noviembre de 1936,  se anunciaba en titulares, en páginas interiores y a dos columnas, «La velada necrológica de mañana en el Teatro Dindurra, y otros actos en memoria del preclaro gijonés». Y se afirmaba: «Sabemos que muchos niños irán durante la mañana a depositar flores al pie de la estatua de Jovellanos en la plaza del Seis de Agosto, honrando así su memoria, y después visitarán el receptáculo en donde están depositados los restos mortales del gran jurista, en la Escuela de Comercio».


El 27 de noviembre de 1936, en el teatro Dindurra, el entonces alcalde de Gijón «arrimó» a Jovino al bando progresista afirmando que «su obra quizás haya quedado desvirtuada, como quedó la de la Revolución Francesa y como quedó nuestra República del 14 de Abril. Por ello en esta lucha que sostenemos en los actuales momentos debemos aprovechar la enseñanza. Ganaremos en las trincheras, no entrarán en Madrid, no tomarán Asturias, serán arrojados de toda España, a pesar de sus moros, de sus alemanes, de sus italianos...». No se escribió así la historia.

             LA FAMILIA DE JOVELLANOS

 Los hijos del matrimonio de D. Francisco Gregorio de Jove Llanos (1706-1779) y Francisca Apolinaria Ramírez Jove de Miranda 1703-? - fueron los siguientes:

 1-  Francisco de Paula (murió niño)
 2 - Petronila (murió niña)
 3  -Benita Antonia (1733-1801) casada en 1757 con Baltasar de Caso y Cienfuegos ( Marqués de Peñalba )       
 4  - Juana Jacinta (1734-1772), casada en primeras nupcias con Juan A. López   Pandiello y en segundas nupcias en 1766 con Sebastián de Posada y Soto.
    - Catalina de Sena (1738-1808) casada con Josef Alonso de Faes.
 6    - Juan Bautista (murió niño)
 7    - Miguel (1740-1758)
    -Alonso (1741-1765) Oficial Armada Española, murió en América.
 9    - Francisco de Paula (1743-1798) casado en 1774 con Gertrudis Busto   Miranda.
10  -Baltasar Melchor Gaspar María (1744-1811).

11  - Josefa Francisca (1745-1807) casada con Domingo González de Argandona. En 1794 profesó en las Agustinas Recoletas (poetisa en bable).
12   -Gregorio (1746-1780)

Orcas en la playa de San Lorenzo
                                            ( Publicado en " La Nueva España " )

Ocurrió en Gijón, en presencia, nada menos, que de Gaspar Melchor de Jovellanos, que relata que el 22 de octubre de 1795, «entre 400 y 500 ejemplares, de 22, 26 y 30 palmos de largo; piel negra, lisa, semejantes a calderones; la cola en unos horizontal y en otros vertical (sic); dos carreras de grandes y durísimos dientes cónicos» vararon en la playa de El Arbeyal, cuando aún no había ninguna estructura portuaria en El Musel. Todo apunta a que se trataba de falsas orcas, como las de Burela. Calderones como los que mencionaba el ilustrado vararon poco después en Nueva de Llanes, el 10 de enero de 1800. Nada menos que 138 ejemplares, que debieron alfombrar la pequeña playa llanisca para sorpresa de los vecinos.

No menos admirados debieron quedar los gijoneses el 8 de septiembre de 1857, cuando cientos de calderones cubrieron la práctica totalidad de la playa de San Lorenzo. Eran otros tiempos: En las tres ocasiones, los habitantes de la zona aprovecharon lo que para ellos debió ser un regalo del mar, para aprovisionarse de carne y grasa.

        ENTREVISTA  A  JAVIER  GÓMEZ CUESTA

El diario "La Nueva España" publicó esta entrevista hecha por Cuca Alonso al párroco de la parroquia de San Pedro de Gijón, a la que Jovellanos estuvo muy vinculado.

Las celebraciones en torno al segundo centenario de la muerte de Jovellanos tocan a su fin, y hasta ahora no hemos escuchado la voz del titular de la que fuera parroquia de Jovino, a la que estuvo tan estrechamente vinculado. Por otra parte, Javier Gómez Cuesta es un erudito, también en cuestiones referentes a la vida y obra de nuestro ilustrado. Después de escucharlo no se comprende que no haya protagonizado algún acto dentro de la abundante conmemoración. O sí se comprende... De todos modos, alguien no ha tenido suficientes reflejos. 

                                   
                                               Iglesia de San Pedro de Gijón

-No le pregunto quién es porque todo el mundo lo conoce, pero un día llegó usted a Gijón...

-Hace doce años. El 20 de junio de 1999. Fue como si me tocase la lotería. Llevaba dieciocho años siendo vicario general de la diócesis de Oviedo, y el nombramiento como párroco de San Pedro me llenó de alegría. Además de gustarme mucho la ciudad, tener la cercanía del mar... Durante mis estudios había pasado trece años en Comillas, donde mi ventana daba al mar; era como volver. Hoy, esa bruma que cae sobre el Muro es como un incienso del océano para venerar a Gijón.

-Finaliza el año jovellanista, ¿cree que ha faltado algo en los homenajes?

-La faceta de creyente católico de Jovellanos no se ha explicitado mucho. Se ha insistido en sus rasgos de polígrafo; jurista, político, literato... En su religiosidad, no. Esto refleja la idea de muchas personas, que piensan que la dimensión de creyente es algo adicional, y que no pertenece al tronco de la vida de la persona. Sí, eché de menos un acto religioso ante su tumba, o una celebración religiosa solemne, no a modo de funeral, sino de acción de gracias.
-Quizás haya quien piense que al renunciar Jovellanos a la carrera eclesiástica...

-Prueba de su gran nobleza es que de aquel compromiso de fe nunca se apeó. Fue un católico practicante y jamás dejaría de manifestarlo. Creo que pudo afrontar el exilio en Mallorca merced a la fe que tenía. Allí hizo sus comentarios a los salmos, que conocía muy bien, así como las escrituras; mantuvo grandes charlas con el abad de Valdemosa, rezaba el oficio a diario... Del expolio que sufrió su equipaje en Zaragoza pudo salvarse uno de sus comentarios a los salmos.

-Tenía una fe muy depurada, completamente libre de supersticiones. No era un meapilas, sino un católico convencido que se relacionaba con Dios desde el corazón. Esto le hizo ver que el desarrollo, el avance de la Ciencia no iba contra la fe, sino a favor de una fe cabal. En la ceremonia de inauguración del Instituto, el párroco, Ramón González Villarmil, le pregunta, «¿qué digo?» Y Jovellanos le aconseja insistir en la educación y en una fe ilustrada.

-¿Qué conserva de Jovellanos la parroquia de San Pedro?

-Nada, porque la iglesia fue destruida por completo en 1936. Pero en su
 testamento, Jovellanos dijo que quería ser enterrado en el cementerio de la iglesia de San Pedro. Éste se ubicaba en una finca anexa, la Atalaya, que había donado la familia, pese a tener un panteón dentro del propio templo. A las inhumaciones en la iglesia se oponía Jovellanos, de ahí que quisiera para sí mismo el cementerio, aunque especificó que deseaba un lugar cerca de la puerta de la capilla familiar. Años después, cuando se hizo la calle que sube al cerro, el camposanto desapareció y todos los restos se llevaron a Ceares.

-Pero Jovellanos ¿ pudo descansar alguna vez donde quería?
 -Sí. Aunque en un primer momento lo enterraron en Puerto de Vega, en 1815 se trasladó su féretro al cementerio de San Pedro; pero en 1840, ante el grave deterioro de la necrópolis, su sobrino, Gaspar Cienfuegos Jovellanos, logró llevarlo a la iglesia, y ahí estuvo hasta 1936.
 -¿Cómo pudo salvarse su sarcófago de la destrucción?

-Merced a la iniciativa de Pachín de Melás. El templo sufrió un incendio y dos voladuras. Pero Pachín de Melás pudo rescatar los restos de Jovellanos antes de la segunda voladura; de no haber sido así, no hubiera quedado nada, la destrucción fue total. Tras un tiempo depositada su caja en el Instituto Jovellanos, en 1940 se llevó a la capilla de los Remedios, donde hoy permanece.
 -¿Y qué fue de sus documentos vitales?

-Su partida de defunción está en Puerto de Vega. La de bautismo y posterior enterramiento desaparecieron, pero han podido transcribirse las copias que tenían en casa; los originales ardieron en 1936.
-Pese a todas sus virtudes, la Iglesia no fue muy amiga de Jovellanos...
-Arboleya, en sus estudios, dice que Jovellanos sabía demasiado aunque, dada su nobleza, jamás dijo nada. Pero esto incomodaba a sus enemigos. Sus ideas también eran muy avanzadas; por ejemplo, la Inquisición, según él, ya no tenía sentido, y juzgaba cosas que no eran de su competencia.
-¿Cómo fue su relación con el entonces párroco de San Pedro?

-Muy cordial. Uno de los pocos amigos que le quedaron cuando todos le dieron la espalda. En la Iglesia, igual que en la sociedad civil, hubo dos bandos. Por ejemplo, el cura de Somió estuvo en su contra e incluso lo inspeccionaba; y el cardenal Pedro Inguanzo vino a revisar las cuentas del Instituto; hay quien le echa la culpa de la introducción del Informe de Ley Agraria en el «Índice».
 -Menos mal que Jovellanos no vivió para verlo...

-En efecto, la censura se llevó a cabo en 1825, pero en 1900 ya no aparece en el «Índice»; se cree que lo sacaron tras una revisión ordenada por el papa León XIII en 1897. Más tarde, en 1943, el entonces arzobispo de Oviedo, Manuel Arce Ochotorena, le pidió un estudio a Maximiliano Arboleya sobre Jovellanos y su Ley Agraria. En el resultado, Arboleya dice que las ideas de reforma agraria expuestas en el Informe coinciden con la doctrina social de la Iglesia, en la encíclica «Rerum novarum» dictada por León XIII.

-¿A usted, aparte de su religiosidad, qué lo atrae más de Jovellanos?

-El compromiso con su tiempo. Él vivió la historia de España en carne viva. Le dolía que España no progresara. Dios dejó recursos suficientes en el mundo para que el hombre pueda vivir, y había que trabajar en el justo reparto de las riquezas. De ahí que al ver el enorme patrimonio de la Iglesia, lejos de quitarle nada, intente que esos bienes rindan.

-¿No le parece que estamos a tiempo de cerrar el 200.º aniversario con un oficio solemne?
 
-Si los organismos competentes lo promueven... Yo dije una misa en día 28 ante su sepulcro, en la capilla de los Remedios, pero si se quiere hacer algo, la parroquia de San Pedro y su párroco, aquí estamos. Podría celebrarse una misa con orquesta y coro como hacen en Austria y Alemania cuando conmemoran las grandes efemérides. Pienso que no estaría mal dar gracias a Dios por haber tenido un hombre así en esta tierra, tan íntegro y ejemplar.

 -¿Son recientes, sus amplios conocimientos sobre Jovellanos, o vienen de lejos?

-Siendo aún vicario general, los Amigos de San Pedro editaron un libro con un extracto de las obras de Jovellanos. Lo presentó Francisco Carantoña junto al barón de Grado y don Boni. Era la década de los noventa. Carantoña hablaba de los dos bandos de la Iglesia, y decía que algunos de los enemigos de Jovellanos andaban por los sótanos del palacio episcopal. Me interesó esa historia y por ahí empecé a entrar en la vida de Jovellanos.


Jovellanos y los dos vapores que llevaron su      nombre por los mares



 Naufragio del vapor Jovellanos en Pasajes

       Dos barcos de vapor llamados Jovellanos
          La historia de estos vapores puede leerse en el enlace:

           http://www.baixamar.com/593-naufragio-vapor-jovellanos-practicos-pasajes.

La carpinteria de Ribera

  Sala de Exposiciones Antigua Rula ( Gijón )

En esta interesante exposición se hace mención al vapor Jovellanos cuando llegó al puerto de El Musel en diciembre de 1857.